jueves, 19 de noviembre de 2009

Ester nos trae una historia

Érase una vez una piedra que siempre hacía tropezar a los alces que practicaban para la exhibición.
Un día un alce tropezó y se rompió el tobillo. Llamó a la cárcel y metieron a la piedra en ella.
La cárcel tenía vida propiay le dejo salir porque le comprendió muy bien, la piedra no tenía pies para moverse y no hacer tropezar a los alces y tampoco tenía brazos para coger las patas de los alces.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonita historia Ester.




UN SALUDO

MARGOT

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho. ALVARO

yr dijo...

ME HA DADO MUCHA RISA NOÉ

Anónimo dijo...

Muy bonita.

Unknown dijo...

Es genial ESTER.
ALBERTO y Alfonso

Anónimo dijo...

me ha gustado mucho.
josé manuel

Lauri dijo...

muy chula Ester.Sigue asi.
Laura Seguin