Un viaje loco Una mañana a las 8:00 le despertó el móvil. La bruja Perica dormía placidamente. Era su hermana Lumberta que la llamaba para recordar unos años atrás y hablar sobre cómo se encontraba la familia. A Perica se le ocurrió ir a verla en vez de hablar por teléfono.
Su hermana vivía en Tokio (Japón) sabía que estaba muy lejos, fue al garaje miró el mapa y vio los países que tenía que pasar, primero por el Océano Atlántico, después por España, Francia, Alemania, Polonia, Ucrania,.... Se puso en marcha sin perder tiempo, con su escoba y los ultrapropulsores, pasó rápidamente por todos esos países y se quedó en Rusia a repostar y a dormir una noche allí.
A la mañana siguiente se montó en su escoba y nuevamente despegó.
Al sobrevolar Mongolia caía mucha lluvia, poco después empezó caer granizo, truenos, relámpagos, menos mal que la escoba tenía la capota y no se mojó.
De pronto le cayó una bola de granizo en el tubo de escape. Perdió el equilibrio y empezó a caer a más de 100 km/h menos mal que cayó en una piscina. El motor estaba destrozado. Tenía que pasar otra noche ahí.
Al día siguiente busco un taller cercano. Era muy difícil encontrar un taller de escobas, pero tuvo suerte, vio una tienda de escobas a lo lejos .Era la tienda del primo Julio. Se la arregló y se fue.
En China se paró a comer una bola de arroz con algas. Estaba buenísima.
Por fin llegó a Japón, en Tokio se encontró con su hermana y recordaron cosas de cuando eran pequeñas y hablaron de cómo se encontraba la familia.
Autor: Aitor
Su hermana vivía en Tokio (Japón) sabía que estaba muy lejos, fue al garaje miró el mapa y vio los países que tenía que pasar, primero por el Océano Atlántico, después por España, Francia, Alemania, Polonia, Ucrania,.... Se puso en marcha sin perder tiempo, con su escoba y los ultrapropulsores, pasó rápidamente por todos esos países y se quedó en Rusia a repostar y a dormir una noche allí.
A la mañana siguiente se montó en su escoba y nuevamente despegó.
Al sobrevolar Mongolia caía mucha lluvia, poco después empezó caer granizo, truenos, relámpagos, menos mal que la escoba tenía la capota y no se mojó.
De pronto le cayó una bola de granizo en el tubo de escape. Perdió el equilibrio y empezó a caer a más de 100 km/h menos mal que cayó en una piscina. El motor estaba destrozado. Tenía que pasar otra noche ahí.
Al día siguiente busco un taller cercano. Era muy difícil encontrar un taller de escobas, pero tuvo suerte, vio una tienda de escobas a lo lejos .Era la tienda del primo Julio. Se la arregló y se fue.
En China se paró a comer una bola de arroz con algas. Estaba buenísima.
Por fin llegó a Japón, en Tokio se encontró con su hermana y recordaron cosas de cuando eran pequeñas y hablaron de cómo se encontraba la familia.
Autor: Aitor
1 comentario:
me he leido la historia y me encanta
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