Los últimos días de la semana blanca nos fuimos con mi familia y algunos amigos a una casa de turismo rural a La Rioja. Nos instalamos en un pueblo llamado Munilla, en una casa rural. Dormíamos de dos en dos, pues aunque la casa era muy grande y había muchos cuartos, todos eran de dos camas o de una sola grande. Yo dormía con Adriana Muñoz y nuestra habitación era preciosa, toda de color amarillo y tenía una chimenea .
Estuvimos muy bien, además al lado de nuestra casa teníamos un parque.
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Cada día nos íbamos a hacer pequeñas excursiones por los alrededores.
Un día fuimos a Enciso a la ruta de los dinosaurios y al centro de interpretación. Habían hecho dinosaurios a tamaño real y ¡daban un miedo! porque parecía que estaban vivos.
Otro día fuimos a Arnedo y Arnedillo, allí comimos y fuimos a un balneario que tenía una piscina con olas, fue ¡una pasada!. Y el último día fue el más triste porque nos teníamos que ir, aunque antes fuimos al pueblo donde nació el abuelo de mi tío Santi, que se llama Villarroya y donde casi no vivía gente.
Fueron unos días extraordinarios.
Espero que vayáis alguna vez allí, y ya me contaréis.
LAURA TELLA (taller sociolingüistico)